Giray & Agosto Labs

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¿Cómo se encuentran los panales de abeja?

Explicamos el Bee-lining y su uso académico

Los laboratorios en Biología, de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras, investigan propiedades de las abejas puertorriqueñas, tales como patrones de búsqueda y enfermedades tropicales. Además, colaboran con el departamento de Ciencias de Cómputos, para identificar mejor los insectos, entrenar modelos novedosos de Inteligencia Artificial, y estudiar una cantidad masiva de abejas desde interfaces en línea.

Para ello, necesitan ubicar las colmenas a estudiar. Los científicos utilizan un método proveniente de la apicultura y adaptado al contexto académico, por un profesor de la Universidad de Cornell, llamado Thomas Seeley. La práctica conlleva alimentar abejas, observar sus trayectos de vuelo, y determinar su ubicación a partir de su tiempo de llegada. Los pasos para ubicar colmenas de abeja, a partir de sus enjambres, son los siguientes:

  1. Primero, atrapan las abejas. Utilizan tubos de muestra para almacenarlas y, luego, las duermen con el frío de una nevera portátil.
  2. Luego, marcan las abejas con números y las colocan en un contenedor, confeccionado por los investigadores, para alimentarlas con una mezcla de azúcar, concentrada en agua.
  3. La idea es que se despierten, coman del plato, y regresen a sus colmenas. Como la comida del experimento es atractiva para las abejas, regresarán con un enjambre a buscar más.
  4. Una vez terminan de alimentarse, salen del comedero. En este momento, los expertos registran las coordenadas del rumbo que toman las abejas. El departamento de Ciencias de Cómputos mantiene una cámara grabando la entrada del comedero, para luego procesar las capturas y entrenar sus modelos de Inteligencia Artificial.
  5. Después, las abejas llegan con su enjambre. En esta etapa, se identifica el número de las abejas que regresan, junto a las horas en que llegan y las coordenadas de su trayecto.
  6. El proceso se repite, después de mover el comedero a, por lo menos, tres otros lugares. Las abejas marcadas vuelan en una dirección diferente, que permite identificar el origen de sus colmenas. El punto en que sus trayectorias se cruzan es la ubicación probable de sus panales.



El último paso de los investigadores es preparar los datos y analizarlos. Los expertos en Biología y Ciencias de Cómputos aproximan las ubicaciones, y las confirman utilizando drones con cámaras termales. A horas de la mañana, cuando los alrededores aun están fríos, el calor que producen las abejas se puede detectar.

Este proceso se llama bee-lining. Si desea conocer más sobre nuestra investigación, ingresa a nuestro blog.